Amanece
en un día oscuro donde las nubes no hacen otra cosa que crear dudas sobre si
vamos a tener o no suerte y poder disfrutar la prueba en seco, puesto que
estamos inscritos en relevos y somos los últimos del día, comenzando así la
prueba a las 17:30h.
Los
ánimos a pesar de que el tiempo se empeñe en lo contrario, están muy altos y
vamos con pensamientos positivos pues es la primera vez que vamos a disfrutar
una prueba en esta modalidad. No somos máquinas en ninguna de las dos
modalidades, pero si que uno y otro decantamos nuestra balanza hacia la bici o
la carrera. Jose será quien dispute la bici, y yo, Sara, la carrera.
Llegamos,
preparamos los materiales y nos ponemos la equipación oficial de nuestro equipo,
Runners Cabanillas. Yo me coloco en línea de salida y Jose en la transición
esperando mi relevo. Empieza la carrera, dos vueltas a un circuito de 2km; los
participantes salen fuertes, yo intento seguir su estela marcando un ritmo en
la primera vuelta de 5,15 min/km. Comienza la lluvia y con ella mi paso por el
box para hacer el relevo.
Allí observo las bicicletas de los rivales y
llego a la conclusión de que pelearemos en la cola de un pequeño grupo, pues la
mayoría son de carretera y somos pocos los valientes en ir con Mtb. Son dos
vueltas a un circuito de 7,5km de asfalto en el que ya no parará de llover, la
salida es llana, pero en pocos metros llega el primer repecho y en poco más de
1 km la temida subida “Garabitas”, aquí sólo sirve acomodar el ritmo y no
pensar en detenerse, la bajada es otra historia me siento fresco y decido
arriesgar ya que no veo que sea el fuerte de los rivales directos, en la
segunda vuelta es más de lo mismo; agua, apretar los dientes en la subida y
tener confianza para no tocar los frenos bajando. Ya veo a lo lejos la entrada
a la transición en el último relevo y un rival en el punto de mira que consigo
alcanzar metros antes de bajarme de la bici para subirle los ánimos, más si
cabe, a mi compañera.
Hacemos
el último relevo con un recorrido de 2km muy llanos también pero con la
dificultad de la lluvia y del terreno, pues a pesar de ser asfalto hay zonas en
las que se acumulan unos charcos de tamaño considerable y que al pasar sobre
ellos solo hacen añadir peso en las zapatillas, se pasa rápido la distancia y
en seguida veo la meta, empantanada… oigo los ánimos de mi compañero y miro
para atrás viendo como se acerca un rival a unos 200m y decido esprintar los
últimos metros puesto que piernas y cabeza acompañan, dando así por concluida
nuestra participación. Muy contentos con esta nueva experiencia, con deseos de
repetir el año que viene en modalidad individual o repitiendo en relevos.
Aquí tenemos a nuestros Runners Sara y Jose Carlos. ENHORABUENA CHICOS |
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